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Anécdotas Recreacionistas


Es que yo para reclamar me da un "poquito de roche", pero se me pasa luego luego jajaja

Lo que Callamos los Recreacionista


Queridos amigos hoy les quiero contar una anécdota que me sucedió momentos previos del gran evento del 17 por el Aniversario de Lima. Todo iba de maravilla, pero justo cuando me disponía a salir del auto para ir a almorzar, decidí calzarme mis clásicas ballerinas negras con tiras cruzadas en el empeine. ¡Ahí empezó la odisea! Resulta que una de las tiras del zapato izquierdo decidió darse unas vacaciones sin previo aviso, ¡y encima estábamos lejos de la zapatería más cercana!

Así que, con mi equipo de rescate liderado por el intrépido Javier, nos dirigimos a la jungla del calzado en Jirón Huallaga, delante del centro cultural de Bellas Artes, mi querida escuela, iniciamos la búsqueda y rescate de zapatos asequibles. La odisea comenzó, con precios elevados, modelos pasados de moda y la eterna búsqueda del color negro.

Después de unos cuantos intentos fallidos, ¡éxito! Encontramos unas ballerinas negras, de mi talla y a un precio que no arruinaría mi presupuesto recreacionista. Gracias a Javier y su destreza en la negociación, estábamos listos para la caminata recreacionista.

Pero, como en toda gran aventura, la historia no termina ahí. Apenas unas cuadras después, mi zapato derecho decidió emprender su propia travesía y se despegó misteriosamente. ¡Imagina mi cara! Respiré profundo y recordé que ya me he enfrentado a desafíos mayores en mis años de recreacionista. Este no sería el fin.

Entonces, con mi zapato derecho en mano y mi actitud de "esto no me va a detener", continuamos la travesía. Javier, siempre ahí para apoyar, se aseguró de que el banner enrollado apuntara hacia la tienda por si necesitábamos hacer un cambio de último minuto.

Llegamos a la tienda, la vendedora nos miró con asombro ante la escena del zapato desprendido. Le mostré mi obra maestra de calzado y explicamos que era para un evento importante. La vendedora se apresuró en buscarnos soluciones y nos ofreció unos lindos zapatos negros de charol estilo ballerina. Así que estrené zapatos nuevos y seguimos con la actividad.

En resumen, dirigir una asociación cultural y hacer recreacionismo no es solo un tema lleno de historia, ¡también es una aventura de zapatos inesperados! Hasta la próxima, amigos, que la recreación nunca deja de sorprendernos. ¡Salud!


Pd: Tengo que agradecer a la providencia por la compañía de mi querida amiga katty quien supo dirigir al grupo durante mi ausencia justificada, ¡amiga otra anécdota con un zapato! jajajjaja


yo preguntándome ¿Por que a mi? jajajaja y Javier aprovechando para tomar las pruebas.

como pasa la compañera de la vendedora, se aguanta la risa..es que si era de no creer jaja

Al final solo me dio por reír jajajja(ataque de risa)

 
 
 

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